Arenoso: No soy buena, lo se 317/365 #project365 #noviembre #november #2017 Quizás porque era la más pequeña de la casa y fui víctima de las “ocurrencias” de mis hermanos mayores, quizás porque mis padres siempre fueron muy “relajados” en la intimidad familiar, quizás porque está en mi naturaleza, lo cierto es me gusta hacer maldades. Siempre me ha gustado. Mi pobre nana sufrió mucho conmigo pues le saltaba de cualquier esquina para asustarle, le escondía juguetes en forma de lagartos (le tenía pánico) en todos los sitios o le hacía cualquier otra maldad. Mi pobre Isabel. Ya con la edad y la “madurez” he bajado un poco la intensidad y frecuencia, pero no puedo evitar hacerlo. Hoy aproveché que mi asistente salió un momento y me escondí detrás de la división de la zona de archivo y cuando volvió brinqué de sorpresa y grité “¡booo!”. La pobre pegó un grito que debe haberse escuchado en Santiago, trató de subirse por las paredes y luego terminamos las dos en el piso malas de la risa durante 15 minutos. De verdad, el grito fue tan duro que las personas del local contiguo nos tocaron la puerta en medio del ataque de risa pues pensaban que una de nosotras se había muerto y la otra la había encontrado tirada en el piso, primero por el grito y luego porque confundieron nuestras risas con llanto. Todavía me duele el pecho de reírme tanto. Entre los problemas cotidianos, una dosis de risa siempre cae bien, ¿verdad? No, no está llorando, es riéndose. La pobre ya está “impuesta” pues no es la primera vez que se lo hago. 😂🤪🤣